martes, 8 de febrero de 2011

Aguedas en Santa Cristina de la Polvorosa

Las Águedas. El día de la mujer por antonomasia. Multitud de ayuntamientos dan el bastón de mando al grupo de Águedas del pueblo, y estas hacen de ese día su fiesta particular.
Santa Águeda, fue una mártir italiana, siciliana concretamente. De jovencita consagró su vida a Dios. Hubo un joven que la pretendía y al ser rechazado por ella (le dijo que había llegado tarde, que su vida pertenecía a Jesús), la denunció al gobernador romano. Águeda fue apresada y torturada para que renunciara a su fe, pero ella se mantuvo inflexible. Cuentan que todas las heridas que le provocaban eran curadas por el mismo Jesucristo que se le aparecía. El juez ordenó que la echaran sobre cristales rotos y ascuas de fuego, y cuando estaban en ello, un terremoto hizo que cayera el techo de la prisión, quedando sepultados incluso sus verdugos. Águeda murió allí mismo. Era un 5 de febrero del año 251.
Ahora todos los 5 de febrero se celebra la fiesta de Santa Águeda. Una de las más famosas es la del pueblo segoviano de Zamarramala. Cuentan que en el siglo XIII, salieron las jóvenes de la localidad a bailar al son de las dulzainas y los tamboriles. Los sarracenos, que tenían tomado el Alcázar, salieron a verlas, momento que aprovecharon los hombres para entrar y tomar ellos el mando del Alcázar.
En nuestra provincia, Zamora, son muchos los pueblos que celebran esta festividad. Uno de ellos es Santa Cristina de la Polvorosa. El grupo de Águedas de la localidad contó este año con nosotros para amenizar la jornada. 
Foto La Opinion-El Correo de Zamora

A la una de la tarde nos citaron en la nave municipal, desde donde partió un pasacalle hasta la iglesia parroquial de la localidad. Allí se celebró una misa en honor a Santa Agueda. Al finalizar la misa, y tras bailar unas jotas a la puerta de la Iglesia, partió de nuevo el pasacalle hacia el ayuntamiento. Allí, en salón de plenos, el alcalde del pueblo, Pablo Rubio Pernía, entregó el bastón de mando a la Águeda mayor de este año. Fue un acto bonito y con toques graciosos. La Águeda, ya con el bastón en la mano, dijo: “Pedid lo que querais, que hoy se os concede todo”. 
Hubo peticiones varias, como sueldos para las amas de casa, que algunas fincas pasen a ser casco urbano, conciertos para las fiestas, etc… hasta que la Alcaldesa por un día dijo, “no os paseis que estamos en crisis”.




Y continuó el pasacalle. Del ayuntamiento nuevamente a la nave municipal. Allí tomamos un aperitivo, y como no, tocamos varias piezas. Todo para hacer boca, ya que muy amablemente, nos invitaron a la comida que habían organizado. Sopa de pesacado, carne guisada con setas, fruta del tiempo, y cafés, dulces y licores hicieron las delicias de los allí presentes.
Como podréis suponer, la sobremesa fue larga. Y las mujeres entonaron canciones tradicionales, coplas, etc, etc… Luego nos tocó a nosotros, ya que estaba programado un baile en la misma nave donde comimos. La verdad, se nos pasó volando el día. Ya estamos contando las horas para que llegue el siguiente día donde nos juntemos para tocar.